Aprendizajes basados en proyectos
¿ABP? ¿Preguntas ? ¿Problemas? Proyectos?
Lo enunciado hasta el momento nos sirve ahora para pensar una modalidad educativa diferente a la pedagogía tradicional de inspiración más conductista, que será el fundamento de Comunidades de Aprendizajes. Un enfoque que reconoce un sujeto activo, constructor de conocimiento, autónomo, capaz de interrogar el mundo y a la vez crear mundos posibles. Nos estamos refiriendo al ABP, Aprendizaje basado en proyectos.

Antes de ampliar sobre este enfoque en particular es necesario advertir que muchas veces se entiende la “P” de sus siglas como refiriendo a Preguntas o bien a Problemas. Y en verdad se trata de metodologías educativas que comparten similitudes pero son diferentes. ¿qué tienen en común? Todas ellas coinciden en promover el aprendizaje activo y centrado en el estudiante; fomentan el desarrollo de habilidades propias del Siglo XXI como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la colaboración y la comunicación; adhieren a un abordaje interdisciplinario y buscan contextualizar el aprendizaje. Además, comparten varios de los precursores y de alguna manera puede decirse que están relacionadas (por ejemplo el diseño de un proyecto siempre inicia con preguntas y con la formulación de un problema).
Sin embargo, cada propuesta persigue diferentes propósitos. Mientras el Aprendizaje basado en preguntas busca desarrollar la capacidad de hacer preguntas significativas, fomentando la curiosidad y el pensamiento crítico para hallar las respuestas; el Aprendizaje basado en problemas focaliza justamente en la resolución de problemas y la aplicación de conocimientos teóricos a situaciones prácticas. Elevando la apuesta, el Aprendizaje Basado en Proyectos se orienta a integrar conocimientos y habilidades en la realización de un proyecto concreto que tenga relevancia para los estudiantes.
A modo de ejemplo podríamos considerar el siguiente cuadro, para el caso del cambio climático:
Cada metodología tiene su propio enfoque y aplicaciones específicas, pero todas buscan mejorar la calidad del aprendizaje y la participación del estudiante. Ahora veamos en particular el Aprendizaje Basado en Proyectos.
Debemos entender el surgimiento del ABP en el contexto histórico de la primera mitad del siglo XX, en Estados Unidos, como parte del movimiento de la educación progresista. Este movimiento influenciado por las ideas de Dewey, comenzó a enfatizar métodos de enseñanza más centrados en el estudiante, en contraste con los enfoques tradicionales basados en la memorización y la instrucción directa. Así, promovía la idea de que los estudiantes aprendían mejor a través de la participación activa y el trabajo en proyectos colaborativos.
Aunque John Dewey fue el pionero en sentar las bases filosóficas y pedagógicas que llevaron al desarrollo del Aprendizaje Basado en Proyectos, fue su seguidor y colega William Heard Kilpatrick quien formalizó y popularizó el concepto en la práctica educativa. Las ideas de ambos, junto con las contribuciones de los teóricos constructivistas mencionados, han dado forma al ABP tal como lo conocemos hoy.
En efecto William Heard Kilpatrick, se ocupó de manera temprana en formalizar y expandir las ideas de Dewey en el contexto del trabajo por proyectos. Su ensayo "The Project Method" (1918) es una de las primeras exposiciones explícitas sobre esta metodología. Kilpatrick definió el "método de proyectos" como una forma de enseñanza en la que los estudiantes planifican, ejecutan y evalúan proyectos significativos, considerando estos proyectos como unidades de trabajo completas y autoexplicativas. Además, la Escuela de Parker en Massachusetts, bajo su dirección fue una de las primeras en implementar proyectos como parte integral de la currícula.
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